Toño Malpica
Fondo de cultura económica

"Lo que importa es la historia dentro de la Historia", asegura uno de los personajes de esta novela histórica con tintes románticos que Toño Malpica desarrolla en tres diferentes épocas y que sobrevive gracias a un manuscrito que ha pasado de mano en mano, manuscrito que narra la amistad y las andanzas de un grupo de chicos que está dejando atrás la infancia en la Ciudad de México de los inicios del siglo XX, la vida pintoresca de la capital y el descubrimiento del amor que experimentan el Pegote y Ofelia. Esta historia de amor se ve frustrada por la partida de Ofelia, quien se muda con su familia a París, y quien después de mucho tiempo, a mediados de los setenta, decide contratar a Jesús Rivera para que indague el paradero de su antiguo novio. Así, la historia sobre el Pegote, un chico que es tan bueno para los albures y la baraja como lo es para los trancazos y las patadas, se va completando a través del manuscrito recuperado por Rivera y de los testimonios que le brindan distintos personajes que lo conocieron. Finalmente, en los años recientes, el manuscrito y la investigación de Rivera llegan a las manos de José Álvez, un escritor que descubre en la historia de Ofelia y Pegote una razón para volver la mirada hacia atrás, a su propia historia.

Al final, las palabras

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Toño Malpica
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"Lo que importa es la historia dentro de la Historia", asegura uno de los personajes de esta novela histórica con tintes románticos que Toño Malpica desarrolla en tres diferentes épocas y que sobrevive gracias a un manuscrito que ha pasado de mano en mano, manuscrito que narra la amistad y las andanzas de un grupo de chicos que está dejando atrás la infancia en la Ciudad de México de los inicios del siglo XX, la vida pintoresca de la capital y el descubrimiento del amor que experimentan el Pegote y Ofelia. Esta historia de amor se ve frustrada por la partida de Ofelia, quien se muda con su familia a París, y quien después de mucho tiempo, a mediados de los setenta, decide contratar a Jesús Rivera para que indague el paradero de su antiguo novio. Así, la historia sobre el Pegote, un chico que es tan bueno para los albures y la baraja como lo es para los trancazos y las patadas, se va completando a través del manuscrito recuperado por Rivera y de los testimonios que le brindan distintos personajes que lo conocieron. Finalmente, en los años recientes, el manuscrito y la investigación de Rivera llegan a las manos de José Álvez, un escritor que descubre en la historia de Ofelia y Pegote una razón para volver la mirada hacia atrás, a su propia historia.