Carlos Begue

Tren Instantáneo - Poesía

 

Riesgoso es en el arte poético adoptar el modo elegíaco.

Carlos Begue aceptó este desafío y nos ofrece una suma de poemas donde, si bien honra los preceptos de la llamada "generación del 40", incorpora ciertas variaciones rítmicas y métricas propias de la antigua lírica española, aportándole a los textos cadencias tan lees cuando diáfanas.

La pérdida del ser amado, con frecuentes reflexiones sobre la muerte, es la columna vertebral del libro, su verdadera acción interior y propósito profundo.

En algunos pasajes, el abandono de las formas poéticas tradicionales a favor de otras más contemporáneas a paso a sorprendentes desvíos de los ejes temáticos con aires nuevos y repentinas salidas de trono. El autor logra, pues, el prodigio de que nada sacumba bajo el peso de la lágrima: 

¿Dónde qedaron las glorias

de aqueste anciano gorrino?

Cuando los vientos arrecian

no manda ni en su intestino.

 

Así cierra la fugaz evocación de un dictaor derrocado.

Más allá de estos elementos formales, la pérdida del ser amado, con frecuentes reflexiones sobre la muerte.

El perdido encanto

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Carlos Begue

Tren Instantáneo - Poesía

 

Riesgoso es en el arte poético adoptar el modo elegíaco.

Carlos Begue aceptó este desafío y nos ofrece una suma de poemas donde, si bien honra los preceptos de la llamada "generación del 40", incorpora ciertas variaciones rítmicas y métricas propias de la antigua lírica española, aportándole a los textos cadencias tan lees cuando diáfanas.

La pérdida del ser amado, con frecuentes reflexiones sobre la muerte, es la columna vertebral del libro, su verdadera acción interior y propósito profundo.

En algunos pasajes, el abandono de las formas poéticas tradicionales a favor de otras más contemporáneas a paso a sorprendentes desvíos de los ejes temáticos con aires nuevos y repentinas salidas de trono. El autor logra, pues, el prodigio de que nada sacumba bajo el peso de la lágrima: 

¿Dónde qedaron las glorias

de aqueste anciano gorrino?

Cuando los vientos arrecian

no manda ni en su intestino.

 

Así cierra la fugaz evocación de un dictaor derrocado.

Más allá de estos elementos formales, la pérdida del ser amado, con frecuentes reflexiones sobre la muerte.