Irene Solá 
Alto Pogo Editorial 

Traducción del catalán de Paula Meiss

NOTE: This is a work of fiction, only in that, in many cases, the author could not remember the exact words said by certain people, and exact descriptions of certain things, so had to fill in gaps as best he could... Any resemblance to persons living or dead should be plainly apparent to them and those who know them, especially if the author has been kind enough to have provided their real names and, in some cases, their phone numbers (DAVE EGGERS, A Heartbreaking Work of Staggering Genius)

"Lluís se despertó porque tenía un sentido de la protección y de la responsabilidad hacia la casa y sus enseres muy desarrollado. Se incorporó a oscuras y escuchó. El sonido era relativamente limpio. Alzó la mirada y Victòria le preguntó:

– ¿Qué pasa?

En el tejado alguien había levantado una teja con suavidad.

– No lo sé.

La sostuvieron en el aire unos segundos y la dejaron caer con cuidado. Se oyeron unos pasos cautelosos y levantaron otra teja. 

Lluís pensó con la mente espesa en la forma y la estructura de la casa. El jardín, el balcón, la montaña detrás, el cobertizo de las herramientas del huerto, los robles. La única manera de subir al tejado era a través de la buhardilla. Victòria se movió debajo del edredón tratando de no hacer ruido y se le acercó.

– ¿Qué será? –preguntó.
– Shh.

Pero ya no se oyó nada.

La segunda noche, el ruido duró un rato más. Cuando ella se despertó, él ya observaba el techo. Dijo mierda y saltó de la cama. Se puso las zapatillas. Lo oyó moverse por el piso de abajo, revolviendo el armario de la entrada. Salió por la puerta del comedor sin encender la luz. Victòria se levantó y fue hacia la ventana. Era primavera y el césped estaba mojado y la humedad traspasaba las alpargatas. Lluís llevaba una linterna enorme en la mano izquierda. Atravesó el jardín sin mirar la casa. La noche estaba oscura y olía a tierra. Se volvió, apuntó la linterna hacia el tejado y la encendió. Un animal largo y con el pecho blanco se levantó sobre las patas traseras y lo observó. Le centellearon los ojos. Entonces, la criatura volvió a ponerse a cuatro patas y corrió sobre el tejado. Cuando llegó encima de donde dormían Ada y Quim, saltó hacia un roble y desapareció. Al bajar la linterna, Lluís vio a Victòria, que lo miraba por la ventana."

Los diques

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Irene Solá 
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Traducción del catalán de Paula Meiss

NOTE: This is a work of fiction, only in that, in many cases, the author could not remember the exact words said by certain people, and exact descriptions of certain things, so had to fill in gaps as best he could... Any resemblance to persons living or dead should be plainly apparent to them and those who know them, especially if the author has been kind enough to have provided their real names and, in some cases, their phone numbers (DAVE EGGERS, A Heartbreaking Work of Staggering Genius)

"Lluís se despertó porque tenía un sentido de la protección y de la responsabilidad hacia la casa y sus enseres muy desarrollado. Se incorporó a oscuras y escuchó. El sonido era relativamente limpio. Alzó la mirada y Victòria le preguntó:

– ¿Qué pasa?

En el tejado alguien había levantado una teja con suavidad.

– No lo sé.

La sostuvieron en el aire unos segundos y la dejaron caer con cuidado. Se oyeron unos pasos cautelosos y levantaron otra teja. 

Lluís pensó con la mente espesa en la forma y la estructura de la casa. El jardín, el balcón, la montaña detrás, el cobertizo de las herramientas del huerto, los robles. La única manera de subir al tejado era a través de la buhardilla. Victòria se movió debajo del edredón tratando de no hacer ruido y se le acercó.

– ¿Qué será? –preguntó.
– Shh.

Pero ya no se oyó nada.

La segunda noche, el ruido duró un rato más. Cuando ella se despertó, él ya observaba el techo. Dijo mierda y saltó de la cama. Se puso las zapatillas. Lo oyó moverse por el piso de abajo, revolviendo el armario de la entrada. Salió por la puerta del comedor sin encender la luz. Victòria se levantó y fue hacia la ventana. Era primavera y el césped estaba mojado y la humedad traspasaba las alpargatas. Lluís llevaba una linterna enorme en la mano izquierda. Atravesó el jardín sin mirar la casa. La noche estaba oscura y olía a tierra. Se volvió, apuntó la linterna hacia el tejado y la encendió. Un animal largo y con el pecho blanco se levantó sobre las patas traseras y lo observó. Le centellearon los ojos. Entonces, la criatura volvió a ponerse a cuatro patas y corrió sobre el tejado. Cuando llegó encima de donde dormían Ada y Quim, saltó hacia un roble y desapareció. Al bajar la linterna, Lluís vio a Victòria, que lo miraba por la ventana."