Bendik Kaltenborn
Fulgencio Pimentel

Sus hombres de negocios, retratados como niños vertiginosos, adictos al vicio y al siglo XXI, resultan difíciles de olvidar. Con un pie en el cartelismo centroeuropeo de posguerra y otro en la humorada fanzinera más jeta, Bendik Kaltenborn se ha convertido en la nueva sensación del cada vez más presente cómic nórdico. Su estilo ofrece muchos otros rastros insólitos, un desfile gráfico y narrativo que va del lado salvaje de Gary Panter al surrealismo de línea clara de Swarte, del grotesque urbano de Lauzier al estupor lírico de Jerry Moriarty, en páginas que a menudo parecen resueltas con la expresividad de un autor consumado como Christophe Blain. Solo son destellos de lo que nos enseña este libro imposible, un compendio de trabajos realizados en los últimos cinco años que sin embargo revela cómo se va definiendo paso a paso una personalidad inconfundible. Ácido, delirante, bobalicón, a veces opresivo y siempre festivo, Ojalá que te vaya bonito es también un libro fácil y luminoso, un viaje en forma de tebeo sin depurar y absolutamente original. Nuestro libro favorito del año.

"Lo mismo que resalto las cosas chungas, lo mismico hago con las buenas y declaro que este álbum del señor Kaltenborn, un tío de su Noruega natal, es uno de los mejores que he leído en años. No apto para pusilánimes ni lectores de superhéroes, algo de verdad, ¡con CHICHA! Divertido, atrevido, con un manejo (que da una envidia que te cagas) extraordinario de las herramientas narrativas, gráficas y hasta espirituales, si me apuran. Quién nos iba a decir que de los países del Norte..." –MIGUEL GALLARDO (cómic genius)

Ojalá que te vaya bonito.

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Bendik Kaltenborn
Fulgencio Pimentel

Sus hombres de negocios, retratados como niños vertiginosos, adictos al vicio y al siglo XXI, resultan difíciles de olvidar. Con un pie en el cartelismo centroeuropeo de posguerra y otro en la humorada fanzinera más jeta, Bendik Kaltenborn se ha convertido en la nueva sensación del cada vez más presente cómic nórdico. Su estilo ofrece muchos otros rastros insólitos, un desfile gráfico y narrativo que va del lado salvaje de Gary Panter al surrealismo de línea clara de Swarte, del grotesque urbano de Lauzier al estupor lírico de Jerry Moriarty, en páginas que a menudo parecen resueltas con la expresividad de un autor consumado como Christophe Blain. Solo son destellos de lo que nos enseña este libro imposible, un compendio de trabajos realizados en los últimos cinco años que sin embargo revela cómo se va definiendo paso a paso una personalidad inconfundible. Ácido, delirante, bobalicón, a veces opresivo y siempre festivo, Ojalá que te vaya bonito es también un libro fácil y luminoso, un viaje en forma de tebeo sin depurar y absolutamente original. Nuestro libro favorito del año.

"Lo mismo que resalto las cosas chungas, lo mismico hago con las buenas y declaro que este álbum del señor Kaltenborn, un tío de su Noruega natal, es uno de los mejores que he leído en años. No apto para pusilánimes ni lectores de superhéroes, algo de verdad, ¡con CHICHA! Divertido, atrevido, con un manejo (que da una envidia que te cagas) extraordinario de las herramientas narrativas, gráficas y hasta espirituales, si me apuran. Quién nos iba a decir que de los países del Norte..." –MIGUEL GALLARDO (cómic genius)