Claire Keegan
Eterna Cadencia

La primera incursión de la irlandesa Claire Keegan en la novela corta nos trae una historia de infancias áridas. Un verano excepcional hará que la pequeña protagonista descubra la intimidad y el verdadero carácter de lo secreto.

Traducida al francés, italiano, alemán, checo, chino, japonés y esloveno, Claire Keegan es ya considerada una de las narradoras magistrales del mundo de habla inglesa.

En la Irlanda rural de principios de los ochenta, una niña es llevada a casa de unos parientes a pasar una temporada, hasta que su madre haya dado a luz al último de sus hermanitos. En casa de los Kinsella todo contrasta con su hogar: hay baño y no letrina, una máquina blanca a la que llaman freezer, e insisten en que allí no hay secretos. Pero ella no solo descubrirá uno, sino también que el dolor puede convertirse en ternura.

"Tres luces exhibe un despliegue imponente de belleza formal al servicio de un profundo talento… [Keegan] posee un excitante instinto sinestésico para la palabra justa e inesperada y una mirada paciente, atenta a la finalidad de la vida y sus vastas consecuencias… Un acto arriesgado de virtuosismo narrativo poco frecuente."

Richard Ford

Un libro sublime y sugerente sobre la cambiante línea entre el secreto y la vergüenza, sobre ese intersticio entre lo que debe ser dicho y lo que debe callarse.

Tres luces

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Tres luces
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Claire Keegan
Eterna Cadencia

La primera incursión de la irlandesa Claire Keegan en la novela corta nos trae una historia de infancias áridas. Un verano excepcional hará que la pequeña protagonista descubra la intimidad y el verdadero carácter de lo secreto.

Traducida al francés, italiano, alemán, checo, chino, japonés y esloveno, Claire Keegan es ya considerada una de las narradoras magistrales del mundo de habla inglesa.

En la Irlanda rural de principios de los ochenta, una niña es llevada a casa de unos parientes a pasar una temporada, hasta que su madre haya dado a luz al último de sus hermanitos. En casa de los Kinsella todo contrasta con su hogar: hay baño y no letrina, una máquina blanca a la que llaman freezer, e insisten en que allí no hay secretos. Pero ella no solo descubrirá uno, sino también que el dolor puede convertirse en ternura.

"Tres luces exhibe un despliegue imponente de belleza formal al servicio de un profundo talento… [Keegan] posee un excitante instinto sinestésico para la palabra justa e inesperada y una mirada paciente, atenta a la finalidad de la vida y sus vastas consecuencias… Un acto arriesgado de virtuosismo narrativo poco frecuente."

Richard Ford

Un libro sublime y sugerente sobre la cambiante línea entre el secreto y la vergüenza, sobre ese intersticio entre lo que debe ser dicho y lo que debe callarse.