Susana Aselle

Comunicarte

 

Leí el libro de Susana y doy las gracias- por la oportunidad de leerlo:  me interesó mucho y aprendí mucho.Es una bellaidea, la de buscar qué es un maestro, y ofr estas voces (se las oye, de verdad) da a cada lector, ante todo, la oportunidad de interrogarse a sí mismo.

Despertaron recuerdos de escenas con mi padre, mi madre, que tanto me transmitieron de modo poético. Tamnbién recuerdos de la escuela donde sufri y me aburf muchísimo: desgraciadamente no tuve la suerte de encontrar a una maestra como las del libro, solo ocurrió más tarde, en la universidad, con mi profesor de griego moderno, un < maestro > magnfico que sigo conociendo y admirando, que nos

enseñaba la lengua en los poemas de Elytis, Seferis, Cavafy o en las canciones de los fumadores de opio.

Probablemente por eso, por ese aburimiento que sentí tantos años, no se me ocurrió nunca estudiar la lectura en la escuela. Además se

había escrito tanto sobre la escuela... Pero aquí se trata de otra cosa, de pura vida, de maestras que inventan día tras día para abrir las ventanas de los lugares donde trabajan y dar a respirar un aire fresco, y que lo hacen por vias muy diversas. Qué bueno que asf sea, que no haya ninguna < receta >, desde luego, sino esa increfble variedad de experiencias, de invenciones, que una adore la poesía, o la música, o el

teatro, que la otra quiera construir la razón y valore los debates... Qué suerte, para quien lee los textos, la de entrar en las aulas, por ejemplo

en el aula de esa maravillosa maestra en Chaco que acompañamos en sus dudas, sus descubrimientos, su gran generosidad.

Todos estos textos dan mucho para pensar, con observaciones de una gran profundidad y muchos detalles que nos hacen levantar la mirada, Y lo hacen de un modo placentero porque gran parte de las entrevistadas que nos ofrece Susana cuentan muy bien (las primeras veces que visité la Argentina, me impactaba que mucha gente contaba bien, y me acuerdo que en una conferencia dije que los argentinos no bajaban del barco -como se decía en el chiste- sino del cuento). Susana tiene un gran arte mayéutico y son muy bellas las conversaciones

Ella cita a Freire diciendo que el educador "es también un artista que rehace el mundo...' Con estas conversaciones vemos que el educador es ante todo un artista.De lo que se trata es de arte, vemos cómo transmitir es un arte, enseñar es un arte, recibir la enseñanza,

apropiarse de ella, también es un arte.Es una dimensión artistica que no se toma bastante en consideración. Aún menos ahora, quizá, con

la obsesión de la rentabilidad inmediata. Y la Argentina es realmente un pais en el que se ha intentado mucho en relación con esto, es el

pais de la enseñanza por el arte, algo que también me impactó cuando empecé a visitar ese pals. Leyendo las "Voces" me quedé con ganas

de saber más a propósito de esa educación por el arte que practicaban algunas de estas maestras de modo tan inspirado.

Michèle Petit

voces maestras

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Susana Aselle

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Leí el libro de Susana y doy las gracias- por la oportunidad de leerlo:  me interesó mucho y aprendí mucho.Es una bellaidea, la de buscar qué es un maestro, y ofr estas voces (se las oye, de verdad) da a cada lector, ante todo, la oportunidad de interrogarse a sí mismo.

Despertaron recuerdos de escenas con mi padre, mi madre, que tanto me transmitieron de modo poético. Tamnbién recuerdos de la escuela donde sufri y me aburf muchísimo: desgraciadamente no tuve la suerte de encontrar a una maestra como las del libro, solo ocurrió más tarde, en la universidad, con mi profesor de griego moderno, un < maestro > magnfico que sigo conociendo y admirando, que nos

enseñaba la lengua en los poemas de Elytis, Seferis, Cavafy o en las canciones de los fumadores de opio.

Probablemente por eso, por ese aburimiento que sentí tantos años, no se me ocurrió nunca estudiar la lectura en la escuela. Además se

había escrito tanto sobre la escuela... Pero aquí se trata de otra cosa, de pura vida, de maestras que inventan día tras día para abrir las ventanas de los lugares donde trabajan y dar a respirar un aire fresco, y que lo hacen por vias muy diversas. Qué bueno que asf sea, que no haya ninguna < receta >, desde luego, sino esa increfble variedad de experiencias, de invenciones, que una adore la poesía, o la música, o el

teatro, que la otra quiera construir la razón y valore los debates... Qué suerte, para quien lee los textos, la de entrar en las aulas, por ejemplo

en el aula de esa maravillosa maestra en Chaco que acompañamos en sus dudas, sus descubrimientos, su gran generosidad.

Todos estos textos dan mucho para pensar, con observaciones de una gran profundidad y muchos detalles que nos hacen levantar la mirada, Y lo hacen de un modo placentero porque gran parte de las entrevistadas que nos ofrece Susana cuentan muy bien (las primeras veces que visité la Argentina, me impactaba que mucha gente contaba bien, y me acuerdo que en una conferencia dije que los argentinos no bajaban del barco -como se decía en el chiste- sino del cuento). Susana tiene un gran arte mayéutico y son muy bellas las conversaciones

Ella cita a Freire diciendo que el educador "es también un artista que rehace el mundo...' Con estas conversaciones vemos que el educador es ante todo un artista.De lo que se trata es de arte, vemos cómo transmitir es un arte, enseñar es un arte, recibir la enseñanza,

apropiarse de ella, también es un arte.Es una dimensión artistica que no se toma bastante en consideración. Aún menos ahora, quizá, con

la obsesión de la rentabilidad inmediata. Y la Argentina es realmente un pais en el que se ha intentado mucho en relación con esto, es el

pais de la enseñanza por el arte, algo que también me impactó cuando empecé a visitar ese pals. Leyendo las "Voces" me quedé con ganas

de saber más a propósito de esa educación por el arte que practicaban algunas de estas maestras de modo tan inspirado.

Michèle Petit